martes, 31 de mayo de 2011

Es esencial percatarse de que nacimiento y muerte no son sino el principio y el fin de una serie de movimientos de la conciencia, los cuales se interpretan como sucesos en el tiempo y el espacio. Si podemos darnos cuenta de esto, podremos darnos cuenta también de que somos Ser, Conciencia y Bienaventuranza puros en nuestro estado original, y cuando estamos en contacto con la conciencia, sólo somos testigos, completamente separados, de los diversos cambios que en ella se operan.

(R. Balsekar)

No hay comentarios:

Publicar un comentario